En Venezuela es considerado como uno de
los platos nacionales, que guarda cierta semejanza en forma y
preparación con los
tamales de otros países
latinoamericanos. Está formada por una masa de
harina
de maíz rellena de
diversos ingredientes, luego envuelta en hojas de
cambur
y finalmente amarrada con "pabilo" para luego ser hervida en
agua caliente, es un plato típico de las épocas navideñas y más
que un alimento más ha llegado a simbolizar la representación
tangible y física de la cultura mestiza del hermoso pueblo
venezolano y de todo aquello que los hermana como hijos de una
misma tierra, independientemente de la clase social y de la
posición económica.